Musa.

Todos tenemos a una persona, por la que, por muy distantes que estés de ella, te acuerdas día tras día. Una persona, que por muchas cosas que hayan pasado entre vosotros, te sigues acordando de ella siempre, te sigues acordando.
Yo, al igual que todos vosotros, tengo a esa persona en mi mente, todos los días, sin poder quitármela de la cabeza, y sé que por muy lejos que esté, y por muy distanciados que estemos, vamos a estar pensando el uno en el otro. Es esa extraña sensación, de saber que te sigue queriendo, de que cuando la ves se moriría de ganas por abrazarte, por volver a quererte como antes. Y suena raro, pero es así, a veces las personas sabemos los sentimientos de los otros, sabemos lo que jode no poder estar con el otro, lo que jode terminar tan mal después de una relación estupenda en todos los sentidos y de la que tienes que rehacerte sin ni siquiera poder hablar con ella. Pasan los días, y tu sentimiento de culpa aumenta, al igual que tus ganas de abrazarla, sentirte cerca de ella y poder disfrutar de ella.
Hoy pasados ya casi tres años, la sigues recordando como si fuera ayer, como si no quisieras que se hubiera ido, y lo único que hace es joderte porque sabes que podías haberlo hecho mucho mejor, que aunque sea, podrías hablarte con ella, y saber como esta, no tener que intuirlo.
Hoy, aunque no sepa siquiera que vas a leer esto, sé que no estás pasando por un buen momento, se que lo dejaste hace poco con un chico y por lo visto que te hizo mucho daño, quiero decirte que me tienes aquí para lo que sea, aunque sea para hablar de cualquier tontería y hacerte feliz, porque, todas las personas necesitamos a ésa en especial para completar nuestra felicidad, y yo no puedo completarla sin ni siquiera poder hablarte. Si te sientes identificada, será que lo estoy haciendo bien y sé de sobra que si lees esto por locura que te parezca te sentirás identificada, por lo que no tengas ninguna duda en hablarme, no sabes las ganas que tengo de hablar contigo.
Gracias por existir.